Cada verano, aprovechando el pequeño parón de trabajo en el despacho, incremento mi tiempo destinado a la lectura. También aumento el tiempo de lectura de libros que no tengan que ver con mis ocupaciones profesionales y leo más literatura que ensayos, libros técnicos o de actualidad. Este verano he descubierto a un autor sorprendente que inició su carrera como escritor a los 70 años. Angel Wagenstein ( Анжел Раймонд Вагенщайн ) nació en Plovdid (Bulgaria) en el seno de una familia judía sefardí. Su vida fue azarosa y complicada : exilios, lucha contra los nazis, guionista cinematográfico de éxito ( Premio en Cannes en 1959 por el guión de "Etoiles"). Fue miembro del Parlamento que aprobó la Constitución en la vuelta a la democracia de Bulgaria.Actualmente vive en Sofia.
Su primera obra es El Pentateuco de Isaac (Петокнижие Исааково) que inicia de una trilogía junto con Lejos de Toledo (Далеч от Толедо) y Adiós, Shangai (Сбогом, Шанхай).
En el Pentateuco de Isaac se narra, en primera persona, la vida de Isaac Jacob Blumenfeld "durante dos guerras, en tres campos de concentración y en cinco patria" ,durante la primer amitad del siglo XX.
Por los avatares políticos de esa época confusa, Blumenfeld, nace siendo súbdito del Imperio Austrohúngaro, termina siendo austriaco no sin antes haber sido ciudadano de Polonia, la URSS y el Tercer Reich.
El libro, aunque pueda parecer paradójico es todo un manual de cómo tomarse la vida "con filosofía y humor". Las referencias a historias hasidicas son frecuentes, y sobre todo a chistes y anécdotas sutiles e inteligentes. La trama, trágica, se lee con cariño y sonrisas. Un libro magnífico, divertido, y con una serena profundidad.
La traducción de Liliana Tabakova es perfecta, dándole el sentido justo a las expresiones y giros.
Me encanta esta historía hasidica que narra en el libro:
Un buen día, el ciego Iosel, ayudándose con su bastoncito, fue a visitar al rabino y le preguntó:
-Rabí,¿qué estás haciendo ahora?
-Estoy tomando leche.
-¿Cómo es la leche, rabí?
-Es un líquido blanco.
-¿Qué quiere decir "blanco"?
-Blanco, pues... es el color de los cisnes.
-¿Y qué es un "cisne"?
-Un ave que tiene el cuello curvo.
-¿Qué es "curvo"?
El rabino dobló su brazo por el codo.
-Anda, tiéntalo y sabrás.
El ciego Iosel palpó atentamente el brazo del rabino y dijo agradecido:
- Gracias, rabí. ¡Ahora ya sé cómo es la leche!
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