CREACIÓN, ESTRATEGIA Y
MANAGEMENT DE EMPRESAS Y ORGANIZACIONES DESDE PERSPECTIVAS DIFERENTES E INNOVADORAS

jueves, 8 de octubre de 2009

Norman Borlaug


En estos tiempos extraños en los que vivimos, pasan por alto noticias importantes como ha sido el fallecimiento de Norman Ernest Borlaug. (en la foto ). Nació en Cresco, Iowa, Estados Unidos, en 1914 y falleció el 12 de septiembre de 2009. Claro que en los telediarios españoles de cualquier cadena son consideradas otras noticias más relevantes (porque ésta ni se cita), por ejemplo, que “nosequien” da un concierto en Barcelona, o que hay un congreso de seguidores de Star Wars.
Borlaug fue el padre de la agricultura moderna y de la llamada revolución verde. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1970, también se le concedió el Padma Vibhushan, el segundo mayor honor civil de La India.
Dedicó veinte años de su carrera para conseguir trigos más resistentes y productivos en Mexico. El trigo “normal” no resistía el viento y la lluvia porque es muy alto y sus tallos se doblaban fácilmente, y consiguió un híbrido entre ese trigo y especies locales enanas. El trigo resultante era más bajo y resistía mejor el viento y la lluvia.
Ese nuevo trigo enano permitió triplicar la producción de trigo en México que de hecho pasó de ser importador a ser exportador. Además desarrolló semillas hibridas, que impedían el desarrollo del moho que destrozaba las cosechas.
Las mismas y similares técnicas las aplicó en Pakistan y la India. En esos dos países entre 1965 y 1970 se duplicó la producción de trigo: la producción aumentó en once millones de toneladas. Después este trigo enano empezó a cultivarse en América Latina, Asia, África y en Oriente Medio. Todos estos territorios duplicaron la producción por hectárea de sus cultivos y resistieron las distintas plagas.
Gracias a sus avances, entre 1950 y 1992, la producción mundial de grano aumentó de 692 a 1.900 millones de toneladas, pero la superficie cultivada sólo lo hizo en menos de un 2 por ciento; es decir, que la productividad del terreno se incrementó un 150 por ciento. Esta fue la revolución verde, sin ella millones de personas habrían muerto de hambre, o bien habría sido necesario destruir numerosos bosques y reservas naturales para dedicar más tierra a la agricultura. La directora del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Josette Sheeran indicó a través de un comunicado oficial que Borlaug "ha salvado más vidas que ningún otro hombre en la historia de la Humanidad".
¿Saben contra quién luchó Borlaug en su empeño de salvar miles de vidas? Contra las legiones de burócratas, los estados intervencionistas, y las trabas administrativas.

Borlaug alertó , con ironía, de que si los ecologistas radicales y los burócratas logran detener la biotecnología agrícola, podrían finalmente producirse las hambrunas que llevan vaticinando tantos años.
En España seguimos un camino parecido con la negativa al desarrollo de muchas opciones de futuro por una extensión silenciosa de lo “políticamente correcto”, la dejación en el estado, la burocracia y la complejidad administrativa. Ahora se reducen los presupuestos estatales para I+D+i, y tampoco se estimula a las empresas a esta obligación ; todo en pos de una sociedad cada vez más dependiente del estado, y con la falsa sensación de “progresismo” : no nucleares, y que las empresas tengan dependencia energética y energía más cara ; más ayudas a los parados, y que éstos sigan siendo parados y no trabajadores ( que es lo que quieren ser…); más subvenciones a los sindicatos – y liberados, y privilegis varios, y.., y .. -, aunque el nivel de sindicación ronda solamente el 15 % del total de trabajadores en activo… Si los "progres" logran detener las nuevas ideas quizá logren la hecatombe que llevan vaticinando tanto tiempo.

Borlaug retrata a sus enemigos… Pero lo mismo se podría decir de algún colectivo más ( como los burócratas y sindicalistas de despacho cuando determinan por su cuenta lo que les conviene a los ciudadanos en paro…), lo cito :
"algunos de los ecologistas de las naciones occidentales son la sal de la tierra, pero muchos son elitistas. Nunca han experimentado la sensación física del hambre. Actúan desde cómodas oficinas en Washington o Bruselas. Si vivieran sólo un mes entre la miseria de los países en desarrollo, como lo he hecho yo durante cincuenta años, gritarían pidiendo tractores y fertilizantes y canales de irrigación y se indignarían con los elitistas que desde sus casas intentaran negarles estas cosas."

Un ejemplo seguir.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Perspectiva, creer sin ver

Las perspectivas son importantes, y no solo en la pintura ( para pintura y evolución de la perspectiva no dejen de visitar la magnífica colección de pintores góticos, primitivos y renacentistas valencianos que existe en el Museo San Pío V de Valencia) . También el intuir lo que no se ve, o el “creer lo que no se ve”. La fe a veces se define como la capacidad de “creer lo que no se ve” y , sin connotaciones religiosas, pero sí ontológicas trataré de ilustrar que la fe es importante, e incluso necesaria, para entender la realidad o tomar decisiones.


Un racionalista sin fe (de esos que “solo creen lo que ven”) ve desde un tren una oveja recién esquilada de perfil… lo normal es que no sepa si la parte que no ve de la oveja está o no esquilada, incluso es posible que no esté esquilada la parte que no ve… pero hacer esa suposición, “por que sólo cree lo que ve” es más absurda que hacer la suposición de fe de que está esquilada totalmente.

Me recuerda a la historia de los tres amigos poco avispados que van a pasar una prueba de acceso a la policía (póngale ustedes el origen de los tres candidatos, con cariño, de Lepe en España, Gabrovo en Bulgaria, belgas en Francia o yucatecos en México… que en todos los países hay regiones injustamente etiquetadas)… Al primer candidato le exhiben un retrato de un sospechoso fotografiado de perfil...

- ¿Podría usted reconocer a este sujeto si lo viera por la calle?, le pregunta el examinador.
La respuesta fue inmediata
- ¡Por supuesto!, el tipo es inconfundible...exclama el primer candidato, ¡ si sólo tiene un ojo!
Al segundo candidato le repiten la misma pregunta exhibiéndole la foto de perfil del sospechoso


- ¿Podría usted reconocer a este sujeto si lo viera por la calle?
La respuesta también fue inmediata
- ¡Por supuesto!, exclama el segundo candidato, ¡ si sólo tiene una oreja!
El tercer candidato entra más cauteloso a la prueba. Le exhiben la foto de perfil del sospechoso y le vuelven a repetir la misma pregunta

- ¿Podría usted reconocer a este sujeto si lo viera por la calle?
El candidato se queda pensativo, observa la fotografía del sospechoso de perfil, y al cabo de unos minutos dice:

- Sin duda… este hombre usa lentillas… sería un buen indicio para reconocerlo…
El policía, comprueba en sus archivos que el sospechoso efectivamente usa lentillas y vuelve asombrado por la pericia del candidato. Para saber la clave de su perspicacia le pregunta:

- ¿Cómo ha deducido usted que el sospechoso usa lentillas?
A lo que el tercer candidato le responde convencidísimo:

- ¡Evidentemente un hombre que solo tiene un ojo y una oreja no puede llevar gafas!
La racionalidad excesiva y el no confiar en “lo que no se ve” a veces lleva a posturas absurdas - incluso estúpidas - , y lo peor, a toma de decisiones erróneas, sea en nuestra empresa, en nuestros informes o incluso en nuestras decisiones personales. No hablo de dejar campo abierto la irracionalidad absoluta, o a la negación de la razón para conocer el mundo sino a también dar cabida a otro tipo de acercamientos más "razonables" que "racionales".

La próxima vez que alguien le diga convencidísimo, pagado de sí mismo, y con la sensación de ser más listo que nadie - “sólo creo lo que veo”- acuérdese de esta divertida historia de los tres candidatos e incluso imagine que su contertulio es uno de ellos. Quizá al sujeto le conviniera conocer la “La paradoja del gato de Schrödinger”, que me reservo para una posterior entrada del blog.

viernes, 24 de julio de 2009

Gracias ¡¡¡


Hoy es mi cumpleaños. He recibido multitud de sms, mails y felicitaciones "en vivo". También he tenido la suerte de recibir regalos entrañables, cariñosos y magníficos.

Uno de los regalos "involuntarios" pero ilusionantes ha sido recibir los tres proyectos de alumnos míos del MBA International de este año. Proyectos generados con ilusión y esfuerzo: "Aletheia", "Bussines Friends" y "Pelikan". Aunque espero que alguno de ellos logre premio en los concursos a los que nos presentamos regularmente ( con éxito, no me puedo quejar...) el verdadero premio ya lo han logrado : ver que han ordenado el caos de ideas, formas y dificultades hasta conformar un proyecto ordenado y factible, y que puede ser llevado a la práctica de manera rentable. Gracias a todos por permitirme compartir con vosotros conocimientos y experiencias.

También agradezco a los asistentes del seminario que impartí la semana pasada "Workshop: Creación de empresas, la aventura del emprendedurismo" en la Escuela de Negocios CEU S. Pablo, los mensajes de felicitación (¿cómo se habrán enterado?).

Y gracias por supuesto a todos los que se han acordado de mi en esta fecha ¡¡¡¡¡

Así, dan ganas de cada día esforzarse más ¡¡¡¡

lunes, 15 de junio de 2009

El Hacedor de Lluvia



Después de más de un mes sin escribir vuelvo a la carga. Ha sido un período de recuperación física y anímica, salpicado con incidentes que no me dejaban volver a mi timón. Prometo, tras los numerosos mails recibidos, no abandonar este blog - bajel pirata.
Pues vamos a ello….
“ Hacer llover” es un término que siempre me ha resultado simpático. Resume muy bien la esencia que quiere transmitir. El término “hacedor de lluvias” es frecuente en empresas profesionales de servicios. “El hacedor de lluvia” es esa persona responsables de buscar a la mayoría de los clientes nuevos, o sea, los nuevos negocios. Este es el sentido que da Guy Kawasaki en uno de sus últimas obras “The art of start “ (“El arte de empezar ).
Aunque la referencia a esa expresión no está mal, prefiero la utilización de la expresión que hace Jung cuando rememora la experiencia de Richard Wilhelm ( foto de la derecha ) en su obra “Recuerdos, sueños, y pensamientos”Richard Wilhelm
, cuando era joven, se trasladó en misión cristiana a China. Wilhelm era una auténtica personalidad de visión amplia y clara. Sinólogo, teólogo y antropólogo, poseía una visión sin prejuicios.
Cuenta Jung que Wilhelm fue testigo de la actuación de un “hacedor de lluvia”:
Tras un período de sequía intensa en la región, y tras agotar las vías racionales (adaptarse a las previsiones meteorológicas ) y menos racionales (súplicas religiosas ) los habitantes de la región optaron por una vía sorprendente… transcribo a Jung :


“ Debemos buscar al hacedor de lluvia, y aquel vino de una de las provincias. Era un hombre anciano y magro. Dijo que la única cosa que necesitaba era que pusiesen a su disposición una pequeña casa tranquila, en ella se encerró durante tres días. Al cuarto día las nubes se amontonaron y se produjo una fuerte caída de nieve, en una época del año donde ello no era previsible y en cantidad no habitual.
Tantos rumores circulaban respecto a este extraordinario hacedor de lluvia que Wilhelm fue a verlo y le preguntó como lo había hecho. El pequeño chino le respondió: Yo no hice la nieve, no soy responsable de ello. Pero ¿qué ha hecho usted durante estos tres días? Oh, eso puedo explicárselo, es simple.
Vengo de un país donde las cosas son lo que ellas deben ser. Aquí las cosas no están en el orden, no son como deberían ser según el orden celeste, entonces todo el país está fuera de Tao. Yo dejé de estar en el orden natural de las cosas, porque el país no lo estaba. Así la única cosa que tenía que hacer era aguardar tres días hasta que me volví a encontrar en Tao, y entonces, naturalmente, el Tao hizo la nieve.”


El “hacedor de lluvia” recompuso “las cosas como deben ser”, un término quizá etéreo, pero que comprendemos de manera intuitiva ( ¿ cuántas veces hemos sido en nuestra vida testigos de situaciones ante las que hemos tenido esa sensación o emoción de que las que las cosas “no eran como debían ser”?).
El “hacedor de lluvia” hizo sin hacer: es el concepto Tao de “El No hacer” (Wu Wei) que “sí hace”. Este concepto puede aplicarse a muchos campos del saber. A mi me gusta aplicarlo a la economía, como defensa de mi visión fundamentalmente liberal y de rechazo a la intervención estatal en la vida económica. También puede ser aplicado a las relaciones interpersonales, y las negativas consecuencias de aceptar esas cosas que “no son como deben ser” (por favor, sin moralizar).
El “hacedor de lluvia” se limitó a buscar el “principio de sincronicidad”, que en buena parte sustenta la “magia simpática” que James George Frazer
expone en la “Rama Dorada” (foto de la derecha ) pero esto lo dejaremos para otra entrada de blog.

sábado, 11 de abril de 2009

Swann y clientes




¿ Y qué hacemos cuando tenemos que ocuparnos de clientes como los referidos en la anterior entrada...?. La respuesta es tan fácil como difícil. Nassim Nicholas Taleb lo refiere bien en su obra "¿ Existe la Suerte?".



Pongamos un poco de literatura... Swann, el personaje de "En Busca del Tiempo Perdido" de Marcel Proust ( en la foto), es un refinado comerciante que se siente cómodo con personas como el Príncipe de Gales, pero que actúa como si debiera demostrar algo, cuando se relaciona con esa clase media ignorante y zafia de nuevo cuño y fortunas recientes. A menudo y a pesar de nuestro esfuerzo, conocimientos , sensibilidad y suficiencia, debemos ganarnos obsesivamente el respeto de "paletos con ganancias excesivas y acento cateto" ( la frase no es mía, sino de Taleb). Es decir, hemos de lidiar con "empresarios" ( el entrec0millado sí es mio, de alguna manera hay que llamarlos) que en su posición de clientes a veces no muestran ni siquiera la educación necesaria. Menos muestran su respeto por los conocimientos o soluciones que aportamos...

En estos tiempos de penurias económicas quizá no debemos renunciar a esos ingresos, además debemos mostrar nuestra responsabilidad social como consultores ya que sus empleados, o los asociados de las asociaciones que presidan o dirijan (por decir algo, lo de "dirigir") tampoco son responsables de la patética postura de estos personajes. Mostremos nuestro lado sereno, y solamente pensemos que es nuestra contribución a la mejora del mundo. Al fin y al cabo, demos una oportunidad a Darwin ( el de la barba) y esperemos que sean una especie superada... Hay más círculos en los que mejorar, en los que intercambiar opiniones y conocimientos, y muchísimos clientes que te hacen sentir bien, simplemente por el hecho de cumplir tu papel y dejarte que ayudes en su mejora. Como Swann disfrutemos de esos círculos ilustrados, y leamos también a Proust, dejando los best sellers, códigos varios, literatura rosi-progre, pilares de las tierras varios, y demás telefilmes de siesta dominical escritos para otros seres... Es, a veces, triste comprobar que lo vulgar, intelectualmente y también en cuanto a calidad humana, es abundante... en los negocios, en las Universidades, en la vida...

jueves, 9 de abril de 2009

Orfeo y la antropofagia

Uno de mis personajes clásicos míticos preferidos siempre ha sido Orfeo.
Este, poeta y célebre músico, era hijo de Eagro, rey de Tracia. Estudió las leyes y la filosofía y recorrió Egipto para consultar a los sacerdotes de este país y ser iniciado por ellos en los misterios de
Isis y Osiris. Después visitó Fenicia, el Asia Menor y Samotracia, y de vuelta a su país natal dio a conocer a sus compatriotas el origen del mundo y de los dioses, la interpretación de los sueños y la expiación de los crímenes, e instituyó las fiestas de Baco y de Ceres. Enseñó a los griegos sabios conocimientos de astronomía, cantó la guerra de los Titanes, el rapto de Perséfone a manos de Hades y los trabajos de Hércules, y fue considerado como el padre de la teología pagana.
La mayor notoriedad de este personaje fue alcanzada popularmente por su descenso a los infiernos en busca de
Eurídice, su amada, para salvarla de la muerte producida por la mordedura de una diabólica serpiente.
Orfeo, no es un héroe al uso de la época, sino un pacificador con influencias civilizadoras; Enseña a los hombres la agricultura, hace que abandonen la antropofagia, y es también músico y poeta, inventor del Hexámetro. Con su canto las fieras se aplacan, el tiempo se detiene, las rocas y árboles se mueven para seguir el ritmo de su música, incluso es capaz de aplacar la ira de los dioses.


A veces nuestro papel debe ser órfico, aplacando a las fieras (incluso las propias interiores), y sobre todo luchar contra la antropofagia. Hay una especie de empresarios (título dado solo porque dirigen o mantienen empresas) que practican la curiosa antropofagia con todo aquel que ose en contradecir sus, muchas veces obtusas posiciones. Suele pasar que cuanto menor formación mayor antropofagia, incluso suelen aparecer como ogros o brujas (y se suelen aliar) y así toman comportamientos agresivos explícitos o implícitos contra asesores, colaboradores, consultores, empleados o incluso clientes… En el fondo son antropófagos miedosos, que no saben dónde dirigir la violencia que nace de su inseguridad. Cuidado con este tipo de clientes, que desprecia el “saber órfico” ganado con tu estudio y experiencia. Lo recomendable es ignorarlos, incluso si consentimos en mantenerlos en nuestra cartera de clientes. Nuestro papel como consultores es ayudar a mejorar las empresas, y así hemos de actuar, aun expuestos a las críticas, o el rechazo, de este tipo de seres. Y ojo… que abundan, aunque son efímeros, y posiblemente sus hijos no heredaran empresa alguna, lo cual es sanísimo para el tejido empresarial.
Dionisos y Orfeo beben de la misma fuente. La enseñanza mágica que se desprende de la asociación de Orfeo con
Dionisos, es que el Mago debe ser capaz de oscilar de un lado a otro, por un lado ser impecable en su acción, arrojando fuera de si lo que no es necesario, por otro lado, ser capaz de quitar sus ataduras y estrecheces mentales.
De su legado, tenemos el famoso juramento Iniciático:
"Juro por aquel que ha separado la tierra y el cielo, la Luz y la oscuridad, lo húmedo y lo seco, que guardaré y custodiaré los Sagrados Misterios….."
El orfismo, tuvo gran influencia entre los pitagóricos, aunque la mayor parte de la época, el orfismo se mantuvo oculto, (en su época podrían ser considerados como "una secta peligrosa", por sus peculiaridades). Es a partir del comienzo la caída del paganismo, cuando los Neoplatónicos recogen su legado y alcanza su máximo esplendor, quedando al final, como uno de los pocos reductos del paganismo, frente al cristianismo.

Orfeo, en su faceta lírica y poética, inspiró películas como la genial “Orfeo Negro” de Marcel Camus (1959), dónde la búsqueda de Eurídice evoca que el amor divino también es posible entre mortales, rodeados de música, frivolidad, sol, noche, poesía… de vida. ¿Cuántas veces hemos bajado a los infiernos a buscar a nuestra Eurídice? ¿Cuántas veces ha muerto mordida por la serpiente de lo banal, las falsas ilusiones o lo mundano y lo turbio?Pensémoslo oyendo “manhá de carnaval” del Orfeo Negro de Camus, Una delicia. Pinche el enlace...http://www.youtube.com/watch?v=nVkDfnGobmI&feature=related

lunes, 9 de marzo de 2009

Progreso


Hoy en día vivimos en una auténtica dictadura de lo políticamente correcto. Incluso en las cuestiones referentes a la gestión empresarial o los análisis económicos. Nos hemos olvidado que el progreso nace de la oposición a lo “políticamente correcto”. Las Revoluciones Francesa o Americana del XVIII rompen con los esquemas político sociales del llamado “Antiguo Régimen”, incluso la Revolución Neolítica rompió con la idea de que la única forma de subsistir era la confianza en la Providencia , en aquello que el hombre podía pescar, cazar o recolectar, y comenzó a cultivar y practicar la ganadería. Necesitamos una verdadera “revolución neolítica” en nuestras mentes para progresar, ello es necesario en las épocas de crisis como la actual. No obstante, parece una tarea difícil. Hay paradigmas demasiado enraizados en muchas personas, hemos sufrido una continua erosión, e incluso me atrevería a decir aculturación, que ha convertido las conversaciones, opiniones y cotidianos debates en una repetición de tópicos, muchos de ellos fruto de un adoctrinamiento inconsciente.
La sacralización del “estado del bienestar” es uno de esos tópicos. Hemos vuelto a ser paleolíticos. Hacemos depender de la providencia del estado nuestro bienestar personal. La dejación de la responsabilidad en manos de un ente abstracto. Esta corriente es clara y patente en regimenes totalitarios, de corte comunista o fascista, y en principio totalmente contrarias al pensamiento liberal, pero la tendencia a la irresponsabilidad es fácil en una sociedad infantilizada y cada vez menos culta. Empresarios que esperan ayudas estatales para salir de la crisis, trabajadores que buscan un “curro” no un “trabajo” es decir, un medio que les de unos ingresos sin pensar en una verdadera carrera profesional. La formación no es importante. Los sindicatos pidiendo subidas salariales en un momento dónde los empresarios tienen verdaderas dificultades en mantener sus empresas (claro, para algo estará después “papá estado” y su sistema de protección y paro). Y todo aderezado con los narcóticos sociales clásicos, prensa rosa, amarilla y verde incluidos.


La dictadura de lo políticamente correcto hoy incluye la defensa de los valores llamados “progres”, sin demasiada profundidad y rigor intelectual. Hoy es más correcto llevar un piercing o un tatoo "etnico" que leer a Montaigne y difícilmente se dan ambas condiciones a la vez. Hay vocablos prohibidos, como “tradición”o "familia", y las marginalidades son más comprendidas, y adoptadas, por su estética que por su esencia. Asistimos a fenómenos como los ecopijos, jóvenes que defienden posturas ecologistas excepto cuando tiene que esquiar, ir al chalet de papá o comprar cara moda vintage. Por supuesto contarán con el beneplácito de sus padres, que se adscribirán a posiciones socialdemócratas, y condenarán acciones defensivas de países democráticos frente a agresiones de grupos totalitarios terroristas. Los mismos que demandarán energía más barata para sus electrodomésticos de última generación oponiéndose a la construcción de centrales nucleares. Claro que considerarán una vulgaridad que el tendero de la esquina, el pequeño empresario o el taxista que los lleva a su trabajo funcionarial, se quejen amargamente de la falta de clientes, la falta de crédito o de la presión fiscal. Al fin y al cabo se relajarán viendo alguna película subvencionadisima, de temática pastel social y aderezada con algún taco soez… que también es "progre". Por supuesto que este retrato es un tanto caricaturesco, pero seguro que conocen a más de un ciudadano que se les parece. Tampoco es mi intención el aseverar que los funcionarios no trabajan, pero si que su productividad es escasa, más debido a la inercia del sistema que a su esfuerzo (aunque el esfuerzo no es un adorno de todos los funcionarios, precisamente).
Decía
Passolini que cuando veía en Mayo del 68 a un gendarme zurrar a un estudiante consideraba cumplido su sueño de revolucionario: ver a los hijos de los campesinos apaleando a los hijos de los burgueses. Claro, Passolini mostraba una posición de auténtica independencia, y se atrevía a pensar por si mismo, sin que “fuera pensado” por editoriales de periódicos de gran tirada o cadenas televisivas dirigidas.
En una España con más de 3 millones de funcionarios y más de 3 millones de parados hace falta ya que se produzca una verdadera
“Rebelión de Atlas”, en la gestión de las empresas, dónde se imponga el sentido común, la productividad y tendente a la desaparición de las ineficiencias del absurdo crecimiento del estado y de la necesidad de impuestos para soportarlo. Debemos desempolvar a la escritora Ayn Rand.

Ya el maestro Ortega y Gasset lo apuntó como un profeta:
“La espontaneidad social quedará violentada una vez y otra por la intervención del Estado; ninguna nueva simiente podrá fructificar. La sociedad tendrá que vivir para el Estado; el hombre, para la maquina del gobierno. Y como a la postre no es sino una máquina cuya existencia y mantenimiento dependen de la vitalidad circundante que la mantenga, el Estado, después de chupar el tuétano a la sociedad, se quedará hético, esquelético, muerto con esa muerte herrumbrosa de la máquina, mucho más cadavérica que la del organismo vivo”

El verdadero progresismo es la ruptura con las deficiencias de un sistema caduco, y la restauración de los ideales de libertad (de conciencia, de empresa, de espíritu), igualdad (de oportunidades) y fraternidad (no institucionalizada en ONGs). Posiblemente ahora algún alma cándida me azotará con el epíteto de "neoliberal" ( por favor, si es así le agradezco que me libere del innecesario sufijo). Y esta sería a buen seguro la posición de los promotores de la Revolución Neolítica, la Americana y la Francesa. Si Washington levantara la cabeza…

sábado, 21 de febrero de 2009

El poder de la inepcia

Uno de los errores más comunes, y que reconozco que he sufrido recientemente, es el no contar con el gran poder de la inepcia.
Según la RAE, la inepcia, es la cualidad del necio; y necio es el ignorante que no sabe lo que está en su mano saber, o lo que está obligado a saber.
Un necio es un imprudente y anda falto de razones; un atrevido en su ignorancia, y quizá por eso, terco y porfiado en lo que dice y en lo que hace.
La inepcia aparece en la corrupción del menudeo, la de cada día, la del puesto de trabajo, la de la sospecha, la de la palmada en la espalda, la de los secretos… la que hiere, la que humilla, la que divide, la que anestesia la conciencia, la que nos calla para otorgarle la palabra a quien nos la arrebata.

El consultor debe tratar con clientes de todo tipo, y a veces no puede elegir a los más adecuados. Es más que probable que topemos con el necio agresivo, que parapetado en su ignorancia cuestiona la labor bien hecha, o no es capaz de apreciar el trabajo intelectual, y lo que es peor… no son capaces, por falta de perspectiva, de valorar los resultados. Últimamente he tenido que “sufrir” a este tipo de personas, que , por ejemplo, no son capaces de darse cuenta que es un buen resultado el aumento en más de un 60 % de sus tarifas en 3 años, o la consolidación de un sector. El necio cree que las cosas suceden por inercia, y no es capaz de darse cuenta de que los resultados siempre responden a una serie de acciones desarrolladas, a veces demasiado sutiles para su obtusa mente.
El necio no sabe que lo es, más a menudo piensa que conoce mejor que nadie, y con simpleza, los porqués, causas y soluciones. Cuando ustedes oigan a alguien, que sin argumentos y torpeza exponga que “no hemos hecho nada” ( a pesar de que , por ejemplo se haya aumentado la facturación en proporciones impensables en mercados congelados), no piense que se trata de una persona con ganas de trabajar en pos de un resultado; generalmente estaremos ante un ejemplo de inepcia. Lo que acontecerá es que el necio acertará en su apreciación, pero individualmente: efectivamente él no hace nada. Se quejará y participará poco en las soluciones. El necio en los círculos empresariales suele quejarse, criticar, y entorpecer; no aportará ideas, soluciones ni trabajo. Su necedad aumentará cuando se una a otros necios, que retroalimentarán sus posiciones; siempre fue buen refugio de la estupidez el gregarismo y el rebaño. Si el necio además ocupa un puesto de relevancia en la organización a la que asesoramos, podrá hasta mostrar comportamientos agresivos : desconfianzas, actuaciones a espaldas del consultor, palos en las ruedas… basados en esa supuesta superioridad que le da su puesto y que demuestra, una vez más, sus complejos internos.
Como apunta el periodista Daniel Noya, tanto
Pascal Bruckner como José María Guelbenzu coinciden en el regreso en nuestra época del iletrado, aunque Bruckner va más allá, el regreso del imbécil agresivo cuyo enemigo es el que anda entre libros, entre cuadros, músicas y otros engendros imaginarios, ¡qué pereza para el estúpido, para el imbécil agresivo, para el idiota militante! Rafael Argullol añade dos sustantivos apropiados a esta nuestra época que a duras penas respiramos: ésta es la época de los necios y los canallas. Los necios –dice Argullol- casi nunca saben que lo son y los canallas casi nunca reconocen serlo, pero unos y otros, alimentándose mutuamente, han acabado creyendo que en el mundo sólo hay lugar para ellos.
Ya
Anatole France apuntaba que un necio es más funesto que un malvado, porque el malvado descansa algunas veces; el necio jamás. Por eso el hombre masificado ha perdido la capacidad de oír, razonar y dialogar. Ahora se siente capaz de juzgar, decidir y sentenciar; él es la autoridad. Ciego y sordo, se siente con el derecho de expresar sus opiniones en cualquier ámbito de la vida pública. Ese es el sustrato fértil en el que surge la demagogia, una forma de degeneración intelectual que ha estrangulado civilizaciones enteras

¿ Y Que hemos de hacer?
En primer lugar, saber que es inevitable encontrarse con este tipo de cliente, sobre todo en sectores con poca formación empresarial, e incluso poca formación básica ( por desgracia grandes áreas de nuestra economía, dominada por PYMES adolecen de poca formación, e incluso de bolsas de
analfabetismo funcional)
En segundo lugar, tratar de no contaminarse de la inercia agresiva y de embrutecimiento que muestran. Seguir trabajando con los criterios de profesionalidad necesarios, pero sin tener en cuenta la opinión de este tipo de clientes como baremo de evaluación, tratemos de buscar referentes objetivos para nuestra evaluación.
En tercer lugar tratar de asegurar el pago. Este tipo de clientes nunca valorará nuestro trabajo. Valorarán más al profesional mediocre con honorarios altísimos, y que le traten como “no necios” que al consultor profesional. No es recomendable prostituirse y rebajar nuestra posición profesional a cambio de más honorarios; a medio plazo no será rentable ni siquiera para nosotros, y nefasto para nuestro crecimiento personal.
En cuarto lugar no desesperarse… , y como consolación filosófica les dejo
las leyes fundamentales de la estupidez humana, extracto del extraordinario texto que sobre el tema escribiera Carlo M. Cipolla:
La Primera Ley Fundamental:” Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo”.
La Segunda Ley Fundamental:” La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra caracterí­stica de la misma persona”.
La Tercera Ley Fundamental:” Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí­, o incluso obteniendo un perjuicio”.
La Cuarta Ley Fundamental:” Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosí­simo error”.
La Quinta Ley Fundamental:” La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado”.

jueves, 29 de enero de 2009

Trickster, el loco sagrado

El Trickster es un dios, diosa, espíritu, hombre, mujer, o bestia antropomórfica que hace trucos o de una u otra manera desobedece reglas y normas de comportamiento.
El trickster está presente en muchas tradiciones culturales, desde América hasta Europa, el dios vikingo Loki es un ejemplo, ena película
La máscara protagonizada por Jim Carrey, la máscara que le confiere los poderes es una máscara de Loki .Responde a un arquetipo humano del que ya habla Gustav Jung, es el ser que se burla, que disuelve, que reta, y sobre todo que ríe : un consultor quántico.

Muchas tradiciones nativas ven al trickster como un mensajero de contacto
sagrado. La gente no podía rezar hasta que se riera gracias a él, porque la risa abre y libera la rígida concepción. Los seres humanos han celebrado a los tricksters en muchas culturas por temor de que estos se enojen. En la mayoría de las tradiciones americanas los tricksters son esenciales para la creación y la vida.

Hay que superar reglas obsoletas, y hacer de la innovación un acto de valentía y arrojo. Eso sólo puede hacerlo un trickster.
El Trickster en el imaginario occidental está representado por Hermes – Mercurio, ese dios de frontera, de intercambio y transgresión, dios-patrón de comerciantes, viajeros, pero también de ladrones y embaucadores.
El consultor debe ser trickster y situarse en la frontera…

Pero no nos confundamos, no es una “locura gratuita”. El Tarot, otra de nuestras referencias arquetípicas representa al Trickster en la carta del “loco”. En esta carta hay que tener en cuenta que . el Loco no es el “loco”, sino un discípulo en camino, llamado loco por las personas que no tienen valor de emprender la búsqueda alquímica del conocimiento.

El loco es el más cuerdo… de hecho el perrito o animalito representado detrás de él tiene mucho que ver… representa el ego, el niño interior. Y siempre va detrás del personaje. Como apunta Alejandro Jodorowsky El niño es el ego y no debemos permitir que éste nos guíe. El que va delante del “niño interior”, es quien no debe querer para sí nada que no quiera para los otros. En el Tarot, la carta de El Loco representa al ser esencial. El Loco tiene un perrito, el ego, que lo sigue de cerca y detrás. Esto es bueno, si fuera al revés sería terrible: lo esencial debe dirigir al ego, uno debe dejar un poco de ser yo, pero no debe darle patadas ni echar fuera al perrito. Debe ayudarle. Personalmente he sufrido y sentido verdadera compasión y cariño por “niños interiores” que han ido delante del personaje. Espero que un día el ser esencial adelante al perrito.

Curiosa mezcla, locura y cordura… risa y seriedad… innovación y sentido común. Características de un consultor quántico, de un manager de empresa o de un manager de su vida…

Hay otros personajes con un “ego” detrás… y matando dragones ( por cierto, en la imagen vikinga el trickster tiene a sus pies un dragón y un perro), pero eso… es otra historia…

sábado, 10 de enero de 2009

Asamblea en la Carpinteria


Cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña asamblea: una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le dijo que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. El tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. La lija estuvo de acuerdo, pero pidió la expulsión del metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único ser perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea continuó. Entonces tomó la palabra el serrucho, y dijo:
"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".


La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.Ocurre lo mismo con los seres humanos es fácil comprobarlo. Cuando en una empresa, o asociación o equipo… el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. Lo he comprobado, y sufrido, a menudo en algún grupo de empresarios.
En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando
florecen los mejores logros humanos.
Es fácil encontrar defectos
, cualquier tonto puede hacerlo ( de hecho suelen ser los más tontos los que más critican, difaman y atacan amparándose en cosas como su edad, su cargo, su experiencia, o su nombre…), pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos. También esos “tontos” pueden ser útiles (ya hablaremos en otra ocasión del “tonto útil”), por ello hay que ser conscientes de que hasta esos personajes deben integrarse.

viernes, 9 de enero de 2009

El Clavo de Mulá Nasrudin


Mulá Nasrudin, también conocido como Nasr-ed-Din ( "victoria de la fe") y Hodja, ("el maestro" o "el profesor") es un personaje mítico de origen sufí y conocido en lugares como Egipto, los Balcanes, Oriente Medio, Asia central, Pakistán y la India, También en Turquía y Rusia. Su fama se extiende desde Mongolia hasta Turquía, e incluso en Sicilia (donde es conocido por el nombre de Giufà) , sus aventuras y anécdotas se cuentan en multitud de lenguas distintas. Son curiosas divertidas e iluminadoras sus historias. Alejandro Jodorowski recoge interesantes fábulas en su "Sabiduría de los Cuentos". Una de las más reveladoras y aplicables a nuestra vida, intima y profesional, así como al devenir de las empresas es su fábula sobre el clavo.

Mulla Nasrudin, tras haber tenido una mala racha, se ve con la obligación de vender la casa que heredó de su padre. Aprovechándose de la situación, un hombre egoísta y abusón le propone un precio ridículo. Nasrudin se da perfecta cuenta del abuso pero le propone una pequeña condición…
¡Como puede usted ver, en esta pared hay un clavo!… Este clavo lo puso mi papá, y es el único recuerdo que me queda de él. Le vendo la casa, pero deseo seguir siendo propietario del clavo. ¡Si está conforme con esta condición, acepto su oferta!… ¡Tendré evidentemente, derecho a colgar de él todo lo que me plazca!
El comprador le pregunta a Mulla:
¿Vendrá usted a menudo?
No, no, a menudo no…
No viendo ningún problema el comprador, riéndose de la petición absurda, aceptó la condición, firman el contrato de venta ante notario en el que se específica que Nasrudin es el propietario del clavo y que puede hacer lo quiera con él.
Un día de primavera Nasrudin acude a su antigua casa ..
¿Puedo ver mi clavo?
¡Claro que si! ¡Pase! - responde cordialmente el propietario.
Mulla entra y reza delante del clavo y luego vuelve a irse.
En verano, regresa con un pequeño cuadro con la imagen de su padre.
¿Puedo ver mi clavo?
El propietario le deja entrar y Nasrudin cuelga el cuadro (la cláusula se lo permite)
En otoño, llega con un manto y una túnica.
Son ropas que pertenecieron a mi padre. ¡Quisiera colgarlas en mi clavo!
El propietario ligeramente irritado debe permitírselo
Pero, un día de invierno, Mulla llega arrastrando el cadáver de una vaca. El comprador, estupefacto, le pregunta:
Pero ¿qué viene hacer aquí con esa vaca muerta y podrida?
¡Está claro, vengo a colgarlo en mi clavo!…
El propietario se enoja y llama a la policía que, llegada al lugar del litigio, le da la razón a Nasrudin a la vista del contrato. El cadáver empieza a pudrirse para desesperación del propietario. Al cabo de un cierto tiempo, Nasrudin vuelve con otro cadáver que cuelga del mismo clavo. La pestilencia es tal que el propietario se ve obligado a huir del lugar. Y Nasrudin recuperó su casa.

Hay concesiones que son clavos en nuestra casa, alma, empresa o vida. Debemos velar con atención constante para que nadie venga a nuestro universo a poner clavos que no nos corresponden. Cada experiencia, cada cosa que aceptamos puede equivaler a dejar entrar el cadáver de la vaca en nuestra propia casa. Empresas han pagado con la desaparición clavos múltiples (concesiones gratuitas a trabajadores, comportamientos díscolos de directivos, soportar clientes o proveedores abusivos…). Más vale no dejar que nos pongan el clavo a gozar de una efímera vida.
En lo personal hay especimenes que aprovechan la buena fe, la gratitud, la coherencia, la bonhomía, y la generosidad para poner un clavo en tu alma. Arráncate el clavo, aunque duela… y solo recibe a ese huésped si regresa con una flor en vez de un clavo.