CREACIÓN, ESTRATEGIA Y
MANAGEMENT DE EMPRESAS Y ORGANIZACIONES DESDE PERSPECTIVAS DIFERENTES E INNOVADORAS

lunes, 15 de junio de 2009

El Hacedor de Lluvia



Después de más de un mes sin escribir vuelvo a la carga. Ha sido un período de recuperación física y anímica, salpicado con incidentes que no me dejaban volver a mi timón. Prometo, tras los numerosos mails recibidos, no abandonar este blog - bajel pirata.
Pues vamos a ello….
“ Hacer llover” es un término que siempre me ha resultado simpático. Resume muy bien la esencia que quiere transmitir. El término “hacedor de lluvias” es frecuente en empresas profesionales de servicios. “El hacedor de lluvia” es esa persona responsables de buscar a la mayoría de los clientes nuevos, o sea, los nuevos negocios. Este es el sentido que da Guy Kawasaki en uno de sus últimas obras “The art of start “ (“El arte de empezar ).
Aunque la referencia a esa expresión no está mal, prefiero la utilización de la expresión que hace Jung cuando rememora la experiencia de Richard Wilhelm ( foto de la derecha ) en su obra “Recuerdos, sueños, y pensamientos”Richard Wilhelm
, cuando era joven, se trasladó en misión cristiana a China. Wilhelm era una auténtica personalidad de visión amplia y clara. Sinólogo, teólogo y antropólogo, poseía una visión sin prejuicios.
Cuenta Jung que Wilhelm fue testigo de la actuación de un “hacedor de lluvia”:
Tras un período de sequía intensa en la región, y tras agotar las vías racionales (adaptarse a las previsiones meteorológicas ) y menos racionales (súplicas religiosas ) los habitantes de la región optaron por una vía sorprendente… transcribo a Jung :


“ Debemos buscar al hacedor de lluvia, y aquel vino de una de las provincias. Era un hombre anciano y magro. Dijo que la única cosa que necesitaba era que pusiesen a su disposición una pequeña casa tranquila, en ella se encerró durante tres días. Al cuarto día las nubes se amontonaron y se produjo una fuerte caída de nieve, en una época del año donde ello no era previsible y en cantidad no habitual.
Tantos rumores circulaban respecto a este extraordinario hacedor de lluvia que Wilhelm fue a verlo y le preguntó como lo había hecho. El pequeño chino le respondió: Yo no hice la nieve, no soy responsable de ello. Pero ¿qué ha hecho usted durante estos tres días? Oh, eso puedo explicárselo, es simple.
Vengo de un país donde las cosas son lo que ellas deben ser. Aquí las cosas no están en el orden, no son como deberían ser según el orden celeste, entonces todo el país está fuera de Tao. Yo dejé de estar en el orden natural de las cosas, porque el país no lo estaba. Así la única cosa que tenía que hacer era aguardar tres días hasta que me volví a encontrar en Tao, y entonces, naturalmente, el Tao hizo la nieve.”


El “hacedor de lluvia” recompuso “las cosas como deben ser”, un término quizá etéreo, pero que comprendemos de manera intuitiva ( ¿ cuántas veces hemos sido en nuestra vida testigos de situaciones ante las que hemos tenido esa sensación o emoción de que las que las cosas “no eran como debían ser”?).
El “hacedor de lluvia” hizo sin hacer: es el concepto Tao de “El No hacer” (Wu Wei) que “sí hace”. Este concepto puede aplicarse a muchos campos del saber. A mi me gusta aplicarlo a la economía, como defensa de mi visión fundamentalmente liberal y de rechazo a la intervención estatal en la vida económica. También puede ser aplicado a las relaciones interpersonales, y las negativas consecuencias de aceptar esas cosas que “no son como deben ser” (por favor, sin moralizar).
El “hacedor de lluvia” se limitó a buscar el “principio de sincronicidad”, que en buena parte sustenta la “magia simpática” que James George Frazer
expone en la “Rama Dorada” (foto de la derecha ) pero esto lo dejaremos para otra entrada de blog.