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sábado, 10 de enero de 2009

Asamblea en la Carpinteria


Cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña asamblea: una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le dijo que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. El tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. La lija estuvo de acuerdo, pero pidió la expulsión del metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único ser perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea continuó. Entonces tomó la palabra el serrucho, y dijo:
"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".


La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.Ocurre lo mismo con los seres humanos es fácil comprobarlo. Cuando en una empresa, o asociación o equipo… el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. Lo he comprobado, y sufrido, a menudo en algún grupo de empresarios.
En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando
florecen los mejores logros humanos.
Es fácil encontrar defectos
, cualquier tonto puede hacerlo ( de hecho suelen ser los más tontos los que más critican, difaman y atacan amparándose en cosas como su edad, su cargo, su experiencia, o su nombre…), pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos. También esos “tontos” pueden ser útiles (ya hablaremos en otra ocasión del “tonto útil”), por ello hay que ser conscientes de que hasta esos personajes deben integrarse.

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